Posts Tagged ‘profetas’

No podían hacer frente a la sabiduría ni al Espíritu . . . Comentarios sobre Hechos 6 y 7

April 7, 2014

 

Lucas nos lleva más adelante en la historia de la iglesia en Jerusalén. Como excelente historiador nos presenta el contexto del momento y luego un evento significativo.

Hechos 6

1 En aquellos días, al aumentar el número de los discípulos, se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. 2 Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: «No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas. 3 Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. 4 Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra.»

Habíamos visto que esta primer iglesia se preocupa por las necesidades unos de otros. Ahora con mayor detalle nos habla de que hacían una “distribución diaria de alimentos.” Por lo menos las viudas necesitadas recibían estos alimentos diarios. Se menciona que esta distribución involucraba, “servir las mesas,” por lo que podemos pensar que servían comida preparada. Quizás parecido a un comedor público para personas necesitadas.

Dentro de este contexto de preocupación por las necesidades de todos vemos que “se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de que sus viudas eran desatendidas.” Este un buen cuadro de la iglesia. Cristo los ha salvado pero todavía tienen sus lealtades de grupos como griegos o arameos.

Al parecer eran los mismos apóstoles los que servían las mesas. Esto es lo que habían aprendido de Jesús, su maestro. ¿Te acuerdas? Cuanto estaba la multitud y querían despedirlo para que fueran a comprar comida, Jesús les dijo que ellos les deberían dar de comer. Al lavar los pies a los discípulos Jesús les dijo que el que quería ser ser grande debería ser siervo. Como buenos alumnos entonces los encontramos sirviendo las mesas. Pero la iglesia ha crecido, los apóstoles deciden que no es correcto descuidar, “al ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas.”

Para atender mejor a las viudas en las mesas piden a la iglesia, “siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad.” Estos hombres deben cumplir requisitos parecidos a los que posteriormente se den para diacono. Su tarea era la de servir que a final de cuentas es lo que significa ser diacono.

Hechos 6

5 Esta propuesta agradó a toda la asamblea. Escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía. 6 Los presentaron a los apóstoles, quienes oraron y les impusieron las manos.

7 Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.

Entre los siete hombres que escogieron esta Esteban, quien es el personaje central de lo que Lucas relata en seguida. El reporte general en este momento es que “la palabra de Dios se difundía,” y la iglesia crecía. No todos los líderes religiosos rechazaban a Jesús, “incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.”

Hechos 6

8 Esteban, hombre lleno de la gracia y del poder de Dios, hacía grandes prodigios y señales milagrosas entre el pueblo. 9 Con él se pusieron a discutir ciertos individuos de la sinagoga llamada de los Libertos, donde había judíos de Cirene y de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia. 10 Como no podían hacer frente a la sabiduría ni al Espíritu con que hablaba Esteban, 11 instigaron a unos hombres a decir: «Hemos oído a Esteban blasfemar contra Moisés y contra Dios.»

12 Agitaron al pueblo, a los ancianos y a los maestros de la ley. Se apoderaron de Esteban y lo llevaron ante el Consejo. 13 Presentaron testigos falsos, que declararon: «Este hombre no deja de hablar contra este lugar santo y contra la ley. 14 Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dejó Moisés.»

No tenemos mención alguna de Esteban antes de que lo escogen para atender a las viudas y servir a las mesas. Quizás fue uno de los que se convirtieron el día de pentecostés o quizás después del día de pentecostés. Ahora se le describe como, “hombre lleno de la gracia y del poder de Dios.” Que bendición que Dios hizo esta obra en la vida de Esteban. No se limitaba a ayudar con las necesidades de las viudas. Nos dice que “¡hacía grandes prodigios y señales milagrosas entre el pueblo!”

Se puso a discutir con “ciertos individuos de la sinagoga llamada de los Libertos.” Al parecer esta sinagoga se había formado de judíos de muchas partes del mundo que tenían en común que antes eran esclavos y ahora estaban libres. Vemos que estos individuos “no podían hacer frente a la sabiduría ni al Espíritu con que hablaba Esteban.” Vamos a ver adelante en su discurso o mensaje que la sabiduría que tenía lo ejercía en la lectura y exposición de las escrituras. Hablaba con el Espíritu, entendemos que con el Espíritu Santo de Dios. Tomemos nota que tenemos en Esteban un ejemplo del Espíritu Santo obrando por medio de las Escrituras y la sabiduría. Estas tres cosas están en armonía. Es un error pensar que el tener el Espíritu Santo haga menos importante la Escritura al contrario el Espíritu Santo nos da sabiduría por medio de las Escrituras.

Lucas nos relata la reunión de Esteban ante el Consejo.

Hechos 6

15 Todos los que estaban sentados en el Consejo fijaron la mirada en Esteban y vieron que su rostro se parecía al de un ángel.

Hechos 7

1 —¿Son ciertas estas acusaciones? —le preguntó el sumo sacerdote.

Testigos falsos había declarado en contra de Esteban, el que él “no deja de hablar contra este lugar santo y contra la ley.” También declararon que “le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dejó Moisés.”

Vamos a ver que en su respuesta, que es en si la predicación de un gran mensaje, Esteban les voltea las cosas y los acusa a ellos de rechazar al que Dios envió.

Hechos 7

2 Él contestó:

Hermanos y padres, ¡escúchenme! El Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abraham cuando éste aún vivía en Mesopotamia, antes de radicarse en Jarán. 3 “Deja tu tierra y a tus parientes —le dijo Dios—, y ve a la tierra que yo te mostraré.”

4 »Entonces salió de la tierra de los caldeos y se estableció en Jarán. Desde allí, después de la muerte de su padre, Dios lo trasladó a esta tierra donde ustedes viven ahora. 5 No le dio herencia alguna en ella, ni siquiera dónde plantar el pie, pero le prometió dársela en posesión a él y a su descendencia, aunque Abraham no tenía ni un solo hijo todavía. 6 Dios le dijo así: “Tus descendientes vivirán como extranjeros en tierra extraña, donde serán esclavizados y maltratados durante cuatrocientos años. 7 Pero sea cual sea la nación que los esclavice, yo la castigaré, y luego tus descendientes saldrán de esa tierra y me adorarán en este lugar.” 8 Hizo con Abraham el pacto que tenía por señal la circuncisión. Así, cuando Abraham tuvo a su hijo Isaac, lo circuncidó a los ocho días de nacido, e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas.

Aunque las acusaciones tienen que ver con Moisés y la ley, Esteban va más atrás en la historia de Israel. Regresa hasta Abraham, el padre de Israel. Esteban empieza con el encuentro de Abraham con “el Dios de la gloria.” Hasta este punto narra el inicio de la fe de los Judíos.

Hechos 7

9 »Por envidia los patriarcas vendieron a José como esclavo, quien fue llevado a Egipto; pero Dios estaba con él 10 y lo libró de todas sus desgracias. Le dio sabiduría para ganarse el favor del faraón, rey de Egipto, que lo nombró gobernador del país y del palacio real.

11 »Hubo entonces un hambre que azotó a todo Egipto y a Canaán, causando mucho sufrimiento, y nuestros antepasados no encontraban alimentos. 12 Al enterarse Jacob de que había comida en Egipto, mandó allá a nuestros antepasados en una primera visita. 13 En la segunda, José se dio a conocer a sus hermanos, y el faraón supo del origen de José. 14 Después de esto, José mandó llamar a su padre Jacob y a toda su familia, setenta y cinco personas en total. 15 Bajó entonces Jacob a Egipto, y allí murieron él y nuestros antepasados. 16 Sus restos fueron llevados a Siquén y puestos en el sepulcro que a buen precio Abraham había comprado a los hijos de Jamor en Siquén.

Esteban se enfoca en José. ¿Porque? Pues muestra que José fue el hombre escogido y enviado por Dios para salvar al pueblo de Israel de la hambruna que afecto a todos los demás patriarcas. Esteban señala que “por envidia los patriarcas vendieron a José como esclavo, quien fue llevado a Egipto.” Les señala que en esa ocasión rechazaron al que Dios envió. “Pero Dios estaba con él.

Dentro de las acusaciones contra Esteban, estaba el que decía que Jesús “cambiará las tradiciones que nos dejó Moisés.” Así que Esteban les habla de Moisés también.

Hechos 7

17 »Cuando ya se acercaba el tiempo de que se cumpliera la promesa que Dios le había hecho a Abraham, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto. 18 Por aquel entonces subió al trono de Egipto un nuevo rey que no sabía nada de José. 19 Este rey usó de artimañas con nuestro pueblo y oprimió a nuestros antepasados, obligándolos a dejar abandonados a sus hijos recién nacidos para que murieran.

20 »En aquel tiempo nació Moisés, y fue agradable a los ojos de Dios. Por tres meses se crió en la casa de su padre 21 y, al quedar abandonado, la hija del faraón lo adoptó y lo crió como a su propio hijo. 22 Así Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era poderoso en palabra y en obra.

23 »Cuando cumplió cuarenta años, Moisés tuvo el deseo de allegarse a sus hermanos israelitas. 24 Al ver que un egipcio maltrataba a uno de ellos, acudió en su defensa y lo vengó matando al egipcio. 25 Moisés suponía que sus hermanos reconocerían que Dios iba a liberarlos por medio de él, pero ellos no lo comprendieron así. 26 Al día siguiente, Moisés sorprendió a dos israelitas que estaban peleando. Trató de reconciliarlos, diciéndoles: “Señores, ustedes son hermanos; ¿por qué quieren hacerse daño?”

27 »Pero el que estaba maltratando al otro empujó a Moisés y le dijo: “¿Y quién te nombró a ti gobernante y juez sobre nosotros? 28 ¿Acaso quieres matarme a mí, como mataste ayer al egipcio?” 29 Al oír esto, Moisés huyó a Madián; allí vivió como extranjero y tuvo dos hijos.

Con este relato de la vida temprana de Moisés, Esteban muestra que lo israelitas ¡también rechazaron a Moisés!

Hechos 7

30 »Pasados cuarenta años, se le apareció un ángel en el desierto cercano al monte Sinaí, en las llamas de una zarza que ardía. 31 Moisés se asombró de lo que veía. Al acercarse para observar, oyó la voz del Señor: 32 “Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” Moisés se puso a temblar de miedo, y no se atrevía a mirar.

33 »Le dijo el Señor: “Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa. 34 Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse, así que he descendido para librarlos. Ahora ven y te enviaré de vuelta a Egipto.”

35 »A este mismo Moisés, a quien habían rechazado diciéndole: “¿Y quién te nombró gobernante y juez?”, Dios lo envió para ser gobernante y libertador, mediante el poder del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Él los sacó de Egipto haciendo prodigios y señales milagrosas tanto en la tierra de Egipto como en el Mar Rojo, y en el desierto durante cuarenta años.

Esteban confirma que rechazaron a Moisés diciendo, ‘A este mismo Moisés, a quien habían rechazado diciéndole: “¿Y quién te nombró gobernante y juez?”

Hechos 7

37 »Este Moisés les dijo a los israelitas: “Dios hará surgir para ustedes, de entre sus propios hermanos, un profeta como yo.” 38 Este mismo Moisés estuvo en la asamblea en el desierto, con el ángel que le habló en el monte Sinaí, y con nuestros antepasados. Fue también él quien recibió palabras de vida para comunicárnoslas a nosotros.

Esteban les recuerda que es el propio Moisés que prometió que Dios les iba a enviar un profeta como Moisés. Les recuerda que Moisés es el que, “recibió palabras de vida para comunicárnoslas a nosotros.” Esto claro para que vean que Jesús es este profeta del que hablo Moisés.

Hechos 7

39 »Nuestros antepasados no quisieron obedecerlo a él, sino que lo rechazaron. Lo que realmente deseaban era volver a Egipto, 40 por lo cual le dijeron a Aarón: “Tienes que hacernos dioses que vayan delante de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, ¡no sabemos qué pudo haberle pasado!”

41 »Entonces se hicieron un ídolo en forma de becerro. Le ofrecieron sacrificios y tuvieron fiesta en honor de la obra de sus manos.

Esteban les recuerda que volvieron a rechazar a Moisés cuando le pidieron a Aarón que les hiciera “dioses.” Daban por perdido a Moisés.

Hechos 7

42 Pero Dios les volvió la espalda y los entregó a que rindieran culto a los astros. Así está escrito en el libro de los profetas:

»“Casa de Israel, ¿acaso me ofrecieron ustedes sacrificios y ofrendas

durante los cuarenta años en el desierto?

43 Por el contrario, ustedes se hicieron cargo del tabernáculo de Moloc,

de la estrella del dios Refán,

y de las imágenes que hicieron para adorarlas.

Por lo tanto, los mandaré al exilio” más allá de Babilonia.

Esteban les cita las Escrituras para recordarles que Dios mismo les ha reclamado que lo rechazaron.

Hechos 7

44 »Nuestros antepasados tenían en el desierto el tabernáculo del testimonio, hecho como Dios le había ordenado a Moisés, según el modelo que éste había visto. 45 Después de haber recibido el tabernáculo, lo trajeron consigo bajo el mando de Josué, cuando conquistaron la tierra de las naciones que Dios expulsó de la presencia de ellos. Allí permaneció hasta el tiempo de David, 46 quien disfrutó del favor de Dios y pidió que le permitiera proveer una morada para el Dios de Jacob. 47 Pero fue Salomón quien construyó la casa.

48 »Sin embargo, el Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas. Como dice el profeta:

49 »“El cielo es mi trono,

y la tierra, el estrado de mis pies.

¿Qué clase de casa me construirán?

dice el Señor—.

¿O qué lugar de descanso?

50 ¿No es mi mano la que ha hecho todas estas cosas?”

En respuesta a sus acusaciones acerca del templo, les cita la historia de la inauguración del templo. Salomón aclaro en ese momento que “el Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas.”

Hechos 7

51 »¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos! Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo! 52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados? Ellos mataron a los que de antemano anunciaron la venida del Justo, y ahora a éste lo han traicionado y asesinado 53 ustedes, que recibieron la ley promulgada por medio de ángeles y no la han obedecido.

Esteban termina su mensaje diciéndoles que al igual que sus antepasados, rechazan a Dios y los profetas que Dios les envió. La acusación que les hace es la misma que esta en este pasaje.

2 Crónicas 36

15 Por amor a su pueblo y al lugar donde habita, el Señor, Dios de sus antepasados, con frecuencia les enviaba advertencias por medio de sus mensajeros. 16 Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, tenían en poco sus palabras, y se mofaban de sus profetas. Por fin, el Señor desató su ira contra el pueblo, y ya no hubo remedio.

Esteban uso el banco de acusados como púlpito de denuncia. ¿Como podrían contestar todo esto?

Hechos 7

54 Al oír esto, rechinando los dientes montaron en cólera contra él. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios.

56 —¡Veo el cielo abierto —exclamó—, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!

57 Entonces ellos, gritando a voz en cuello, se taparon los oídos y todos a una se abalanzaron sobre él, 58 lo sacaron a empellones fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Los acusadores le encargaron sus mantos a un joven llamado Saulo.

59 Mientras lo apedreaban, Esteban oraba.

Señor Jesús —decía—, recibe mi espíritu.

60 Luego cayó de rodillas y gritó:

¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!

Cuando hubo dicho esto, murió.

No tenían forma de contestar la acusación de Esteban. Se llenan de cólera y proceden, sin la formalidad de una sentencia, a sacar a Esteban, “fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo.”

 

La resurrección: La tumba vacía y las Escrituras . . . Comentarios sobre Juan 20 y Lucas 24

March 29, 2014

 ¿Porqué creemos que Jesús resucito? Bueno, los evangelios nos dan los testimonios de los que presenciaron este evento. La resurrección ocurrió en la historia, tal como cualquier otra cosa que ocurre en nuestras vidas. El encontrar la tumba vacía es el primer hecho que empieza a mostrar que Jesús resucito.

Lucas 24

1 El primer día de la semana, muy de mañana, las mujeres fueron al sepulcro, llevando las especias aromáticas que habían preparado. 2 Encontraron que había sido quitada la piedra que cubría el sepulcro 3 y, al entrar, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 4 Mientras se preguntaban qué habría pasado, se les presentaron dos hombres con ropas resplandecientes. 5 Asustadas, se postraron sobre su rostro, pero ellos les dijeron:

¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? 6 No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando todavía estaba con ustedes en Galilea: 7 “El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará.”

Fueron dos mujeres que prepararon, en vida, el cuerpo de Jesús para su muerte y sepultura. Son mujeres las que ven por primera vez la tumba vacía. Son mujeres los primeros en anunciar la resurrección de Jesús.

Vemos que la tumba vacía no aclaraba lo que había ocurrido con el cuerpo de Jesús. “No hallaron el cuerpo del Señor Jesús.” Así que “se preguntaban qué habría pasado.”

“Dos hombres,” que otros evangelios describen como ángeles les dicen “No está aquí; ¡ha resucitado!” Estos ángeles les recuerdan, “lo que les dijo cuando todavía estaba con ustedes.” Estas mujeres habían escuchado lo que Jesús enseño acerca de su resurrección. ¡Los ángeles también habían escuchado esta enseñanza de Jesús!

Es la enseñanza de Jesús acerca de la resurrección lo que da respuesta a su pregunta acerca de, “qué habría pasado.”

Estas mujeres regresan a los once a decirles que vieron la tumba vacía.

Lucas 24

8 Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús. 9 Al regresar del sepulcro, les contaron todas estas cosas a los once y a todos los demás. 10 Las mujeres eran María Magdalena, Juana, María la madre de Jacobo, y las demás que las acompañaban. 11 Pero a los discípulos el relato les pareció una tontería, así que no les creyeron. 12 Pedro, sin embargo, salió corriendo al sepulcro. Se asomó y vio sólo las vendas de lino. Luego volvió a su casa, extrañado de lo que había sucedido.

¿Cuál fue la reacción de los once cuando oyeron acerca de la tumba vacía? Pues, “a los discípulos el relato les pareció una tontería, ¡así que no les creyeron!” Lucas nos relata que Pedro fue “corriendo al sepulcro. Se asomó y vio sólo las vendas de lino.” De momento dice que, “volvió a su casa, extrañado de lo que había sucedido.”

Juan relata su experiencia al ir también a la tumba, ahora vacía.

Juan 20

1 El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada. 2 Así que fue corriendo a ver a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!

3 Pedro y el otro discípulo se dirigieron entonces al sepulcro. 4 Ambos fueron corriendo, pero como el otro discípulo corría más aprisa que Pedro, llegó primero al sepulcro. 5 Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero no entró. 6 Tras él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Vio allí las vendas 7 y el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, aunque el sudario no estaba con las vendas sino enrollado en un lugar aparte. 8 En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó. 9 Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar.

Juan se refiere a si mismo en este relato como el “otro discípulo, a quien Jesús amaba.” Juan era más joven que Pedro, así que llega antes que Pedro a la tumba. Una vez que Pedro entra al sepulcro. Juan describe su reacción diciendo, “vio y creyó.” Aunque conocían “la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar,” no lo “habían entendido.” La tumba vacía no decía qué había pasado con el cuerpo de Jesús. Son las Palabras de Jesús y las Escrituras lo que aclara porque la tumba esta vacía.

Aunque Juan y los demás discípulos ya habían creído en Jesús en muchas circunstancias durante su convivencia con él, ahora cree en la resurrección. Ahora cree en Jesús resucitado, en Jesús sobre quien la muerte no tiene poder.

Los dos ángeles les recordaron a las mujeres lo que Jesús había dicho.

Lucas 24

6 No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando todavía estaba con ustedes en Galilea: 7 “El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará.”

Cuando Jesús enseñaba que “tenía” que resucitar al tercer día, lo decía porque ya lo habían declarados los profetas en las escrituras.

Lucas 18

31 Entonces Jesús tomó aparte a los doce y les dijo: «Ahora vamos rumbo a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que escribieron los profetas acerca del Hijo del hombre. 32 En efecto, será entregado a los gentiles. Se burlarán de él, lo insultarán, le escupirán; 33 y después de azotarlo, lo matarán. Pero al tercer día resucitará.»

Entonces, la tumba vacía tiene sentido a la luz de las profecías de las escrituras. El ver a Jesús resucitado, con vida es algo tan sobrenatural o no natural, que necesitaban las Escrituras para entender los hechos que estaban conociendo. Aquí Lucas relata el caso de las personas que vieron a Jesús en el camino a Emaús.

Lucas 24

25 —¡Qué torpes son ustedes —les dijo—, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas! 26 ¿Acaso no tenía que sufrir el Cristo estas cosas antes de entrar en su gloria?

27 Entonces, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.

Estas personas conocían a Jesús. Sabían todo lo que había hecho. Ellos han oído que la tumba esta vacía. Ellos han oído que Jesús ha resucitado. Están tratando de entender todo esto. Jesús los regaña, por ser “torpes.” No los regaña por no conocer lo que han dicho los profetas, sino por no creer lo que han dicho los profetas. Jesús procede a explicar “lo que se refería a él en todas las Escrituras.”

Lucas 24

31 Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció. 32 Se decían el uno al otro:

¿No ardía nuestro corazón mientras conversaba con nosotros en el camino y nos explicaba las Escrituras?

¡La explicación de las Escrituras les hacía arder sus corazones!

Jesús se aparece a sus discípulos y también les habla de las Escrituras.

Lucas 24

44 —Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.

45 Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras.

46 —Esto es lo que está escrito —les explicó—: que el Cristo padecerá y resucitará al tercer día, 47 y en su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. 48 Ustedes son testigos de estas cosas.

Jesús les recuerda que ya les había dicho, “que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.” No son sólo los libros proféticos los que tenían cosas escritas acerca de Jesús. También esta escrito en la ley de Moisés y en los salmos.

Ya conocían las Escrituras. Lo que hace Jesús ahora es abrirles “el entendimiento para que comprendieran las Escrituras.” El hecho de la tumba vacía, el hecho de ver frente a ellos a Jesús resucitado y la obra de Dios en sus mentes y corazones les permite comprender las Escrituras.

Este evento único y totalmente fuera de lo normal y lo esperado tiene sentido a la luz de las Escrituras. Las Escrituras son ahora comprendidas por el hecho que Jesús murió y resucito al tercer día.

Comentarios sobre Mateo 5-7

February 10, 2014

¿Cual es la relación de Jesús con la ley de Moisés? Eso es una buena pregunta todavía hoy, como lo fue al estar Jesús aquí en la tierra. ¿Cual es la relación de Jesús con los profetas? Veamos lo que Jesús dice de su relación a la ley y a los profetas en este pasaje.

Mateo 5

17 »No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento. 18 Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido.

A veces sólo leemos o nos fijamos en lo que más nos interesa en un pasaje y dejamos de ver otra parte de la enseñanza. Creo que este versículo es uno de estos casos. Es muy fácil leer, “no piensen que he venido a anular la ley” y pensar que con esa frase ya esta resuelto todo. Concluimos que Jesús no cambia la ley y no sentimos la necesidad de ver lo que sigue del versículo.

Porque junto con, “no piensen que he venido a anular la ley,” sigue en la misma frase diciendo, “o los profetas”. Jesús menciona dos cosas que no vino a anular, la ley y los profetas. En general estamos más familiarizados con lo que la ley enseña, que con lo que los profetas predijeron.

Jesús dice que no ha venido a anular la ley o los profetas, sino a darles cumplimiento. Pregunto en el caso de la ley, ¿en que sentido Jesús vino a darle cumplimiento a la ley? ¿Jesús se esta refiriendo a que el cumple la ley en lo que respecta a si mismo, nada más? O ¿Jesús cumple la ley para todos nosotros?

Luego Jesús dice esto acerca de la ley, “Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido.” Jesús dice que la ni una parte de la ley desaparecerán, “hasta que todo se haya cumplido.” En primer lugar eso nos habla de que si va a desaparecer la ley en algún momento. ¿En que momento es que va a desaparecer? Pues cuando se haya cumplido. ¿No acaba de decir Jesús que el va a darle cumplimiento a la ley? No es lo mismo anular algo que darle cumplimiento. No vamos a entender como Jesús le da cumplimiento a la ley solo basándonos en este pasaje. Lo que es importante es tener presente todo lo que dicen estos versículos y no quedarnos únicamente con la frase, “no he venido a anular la ley”, sin el contexto por lo menos de los dos versículos.

¿A que se refiere Jesús al decir que le va a dar cumplimiento a los profetas? ¿Que enseñaron y profetizaron los profetas que, en el momento que Jesús habla, esta sin cumplirse? De nuevo no vamos a entender como Jesús va a darle cumplimiento a los profetas, en estos dos versículos. Si debemos estar atento a esto al estar leyendo los evangelios y el Nuevo Testamento.

Horas antes de ir a la cruz, Jesús dice esto.

Lucas 22

20 De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo:

Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes.

Así vemos que Jesús, al ir a la cruz, establece un nuevo pacto.

Con esta introducción a su relación con la ley y los profetas, Jesús da varios ejemplos que contrastan lo que la ley enseña y lo que Jesús dice. Veamos algunos de estos contrastes.

Mateo 5

21 »Ustedes han oído que se dijo a sus antepasados: “No mates, y todo el que mate quedará sujeto al juicio del tribunal.” 22 Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal. Es más, cualquiera que insulte a su hermano quedará sujeto al juicio del Consejo. Pero cualquiera que lo maldiga quedará sujeto al juicio del infierno.

La ley tiene que ver con un acto físico, externo, de matar a una persona. Jesús habla del enojo, que es una emoción un pensamiento, interno, podríamos decir del corazón.

Mateo 5

27 »Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio. ” 28 Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.

Aquí de nuevo el adulterio es una acción física, externa que prohíbe la ley. Jesús habla acerca de codiciar una mujer. El codiciar una mujer es un deseo, un pensamiento, otra vez algo que tenemos en nuestro corazón.

El profeta Jeremías predijo que Dios iba a escribir sus leyes en nuestros corazones.

Jeremías 31

33 »Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma el Señor—: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

En el siguiente capítulo Jesús enseña acerca de dar a los necesitados.

Mateo 6

2 »Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa. 3 Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, 4 para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.

Aquí de nuevo Jesús va más allá del acto físico de dar cierta suma de dinero a un necesitado y examina la motivación. ¿Cual es tu intención al dar a un necesitado? ¿Es por amor y el deseo de ayudar al necesitado? O ¿Es con el fin egoísta de enaltecerte frente a los demás?

Dentro de esta enseñanza aprendemos algo interesante acerca de nuestra libertad de acción. Jesús dice que el que busca, “que la gente les rinda homenaje”, reciben, “toda su recompensa.” Dios permite que obtenga lo que están buscando. Nuestra libertad de acción es real, porque Dios nos permite recibir las consecuencias de nuestras acciones. No debemos esperar que Dios nos de algún mérito por nuestra demostración con fines egoístas.

Afortunadamente si obramos por amor a Dios, porque Su amor ha sido derramado en nuestro corazón, entonces recibimos recompensa de Dios Eso hace significativo nuestra libertad de acción.

Mateo 6

5 »Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. 6 Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.

En cuanto a la oración, se aplican el mismo principio. ¿Cual es la motivación en tu corazón? ¿Tu intención es egoísta? ¿Para que la gente te vea? Obtendrás tu recompensa. ¿Tu intención y deseo es verdaderamente comunicarte con Dios? Entonces Él te recompensará.

Desde el inicio del capítulo cinco, Jesús esta explicado como es Su reino, el reino de Dios. Siguiendo con el principio de que lo importante para Dios es lo que hay en tu corazón, pasa al tema de los tesoros, del dinero y de los bienes materiales.

Mateo 6

19 »No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. 20 Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. 21 Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

Jesús manda que no acumulemos tesoros en la tierra. ¿Porqué? “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” Dios quiere que lo amemos a Él con todo nuestro corazón.

Mateo 6

22 »El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz. 23 Pero si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad. Si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué densa será esa oscuridad!

Podríamos pensar que Jesús cambia de tema al hablar del ojo como lampara del cuerpo. ¿Porque habla de, “si tu visión está nublada”? No debemos tomar estos dos versículos fuera de su contexto. En los versículos anteriores y posteriores Jesús esta hablando de nuestra relación con los bienes materiales y nuestra relación con Dios. El afán por acumular tesoros, no solo cambia nuestro corazón, sino que cambia nuestra visión. Cambia la forma en la que vemos no solo las cosas, sino la personas y a Dios mismo.

Mateo 6

24 »Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas.

Este versículo esta muy fuerte y muy claro. No se trata de buscar una buena mezcla entre el amor a los tesoros y a Dios. Jesús nos dice que los dos amores o señores, ¡son totalmente incompatible entre si! “No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas.” Este versículo muestra la falsedad de muchas de la iglesias y movimientos modernos. Aquí se condena lo que yo llamo la iglesia comercial y los cristianos consumidores. Se ha puesto de moda animar a la gente a dar su dinero a la iglesia porque eso les va a traer tesoros. Ese llamado apela al amor al tesoro que la gran mayoría de la gente tiene. Este tipo de llamado pretender tomar el amor al tesoro y de alguna forma redirigirla y convertirla en un amor a Dios. Pero, ¡Jesús dice que esto es imposible!

Tenemos que arrepentirnos de servir a las riquezas.

Mateo 6

25 »Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? 26 Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? 27 ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?

En vez de amar a las riquezas debemos aprender una dependencia de Dios. Debemos tener una confianza total en la provisión de Dios para todas nuestras necesidades físicas.

Jesús sigue dándonos ejemplos de la provisión de Dios y luego nos manda esto.

Mateo 6

33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.

Nuestro amor y afán debe ser por el reino de Dios y por su justicia.

Todo lo demás lo va a proveer Dios.

Cambiando de tema, Jesús nos enseña sobre la oración. En medio de esta enseñanza Jesús dice algo que es importante porque contrasta con una enseñanza que se divulga por allí

Mateo 7

9 »¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? 11 Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!

La frase que quisiera resaltar aquí es esta, “si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos.” Sabemos que todos somos pecadores. Hay una enseñanza que dice que el hombre es totalmente malo. Jesús aquí nos describe como, “siendo malos”, es cierto. Pero dentro de este contexto, Jesús también dice, “saben dar cosas buenas a sus hijos.” Jesús lo pone como un contraste. Somos malos, pero tenemos algo bueno, sabemos dar cosas buenas a nuestros hijos. No tenemos una bondad que nos acerque en lo más mínimo a alcanzar el reino de Dios. Pero todavía en nosotros, hay algo de la bondad de Dios, tanto así que Jesús lo toma para enseñarnos acerca de la oración. En ese sentido queda algo de la imagen de Dios en nosotros. Queda algo en nosotros que muestra como es Dios.

Aunque este comentario se ha alargado, no puedo dejar de hacer un comentario sobre la que dicen estos versículos.

Mateo 7

21 »No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. 22 Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros? ” 23 Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”

Jesús nos advierte, porque sabe que iban a creer y hacer algunos. No es suficiente el llamar a Jesús Señor. El verdadero seguidor de Jesús, el que va a entrar al reino de los cielos, es el que hace la voluntad de su Padre.

Jesús ha estado enseñado acerca de que lo que Dios ve es lo que hay en nuestro corazón. Si el amor de Dios esta en nuestro corazón, entonces vamos a pasar a la obediencia, al hacer Su voluntad. Dios ya nos había advertido de esta falta de integridad por medio del profeta Isaías.

Isaías 29

13 El Señor dice:

«Este pueblo me alaba con la boca

y me honra con los labios,

pero su corazón está lejos de mí.

Su adoración no es más que un mandato

enseñado por hombres.

Hoy en día es muy aceptado y popular hablar de seguridad a todo el que hace cualquier declaración de que es creyente. Junto con las promesas que Jesús nos da, esta esta advertencia. ¡No todos entrarán!

Llama la atención la descripción que da Jesús del que piensa que va a entrar y no entra. Primero, es fácil ver que una persona que puede decir, “profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros”, tendía muchas bases para pensar que es de Dios. ¿No es así? Eso nos deja la duda. ¿Se estaban engañando a si mismos? ¿Pensaban que iban a engañar a Jesús?

Hoy en día llamaríamos hiper-carismático a una persona que pretende profetizar, echar fuera demonios y hacer milagros. ¿Porque Jesús pone a este tipo de persona como ejemplo? Creo cuando se pierde toda conexión la escritura y por medio de la escritura la verdad acerca de Dios es fácil empezar a un falso engrandecimiento de nuestra persona. Hoy digo que profetizo, mañana le agrego que hecho fuera demonios al mes digo que hago milagros. Hoy soy pastor, mañana obispo y en dos meses ya soy apóstol. Pero la pregunta es si Jesús te conoce o no. Las preguntas claves son: ¿Haces la voluntad de Dios? ¿Jesús te conoce?